viernes, febrero 20

numb

Ese sentimiento tan horrible, que lo es todo al mismo tiempo que no es nada. Después de tanto tiempo de no sentir absolutamente ninguna emoción fuerte -ni amor, ni dolor, ni miedo, ni pérdida...nada- hubo tantas veces que me pregunté si alguna vez sí lo sentí, o si lo que cre-ia que sentía eran simples engaños de mi cerebro.
Pero elijo creer que realmente viví todas esas emociones, que no soy una especie de máquina prefabricada. Tal vez ese es el punto, ¿no? no tanto tener una prueba sustancial de que viviste algo, sino elegir creer que eso es cierto. Y aunque elegir el haber sentido amor también significa elegir el haber sentido dolor, y pérdidas, no puedo darme el lujo de creer que no fue así. Después de todo, uno no puede amar sin haber sentido también su contracara, así como no hay luz sin oscuridad. Y si hay algo peor que nunca haber sentido dolor es nunca haber sentido amor, nunca haberse sentido querido, y hoy elijo volver a exponerme, volver a salir ahí afuera y decir quién soy, qué cosas me gustan hacer, qué gente quiero conmigo, a pesar del posible rechazo que eso puede causar. Igualmente, siempre el rechazo es mayor en mi mente que el que después termino vivenciando cuando me expongo (si es que experimento alguno) y el dolor de ese rechazo es muchísimo menor que el vacío que me causó haberme guardado bajo mil llaves todo este tiempo.

1 comentario:

andy dijo...

beautiful blog kisses