Vivir con miedo, con dudas, con ansiedad es horrible. Es un sentimiento que no le deseo nunca a nadie, como un monstruo que te persigue a donde vayas, que está dentro tuyo y del que no tenés escapatoria. Hay días en que las cosas están mejor, por supuesto, momentos en los que casi olvido que mi vida está totalmente paralizada, en una pausa constante esperando vaya uno a saber qué, ¿que el miedo desaparezca de repente?, bien sé que eso es imposible, que no voy a despertar un día de estos y sentirme como si nada de esto hubiera pasado. Porque la verdad es que no es tan simple, y requiere muchísimo trabajo, y fuerza, cosas que en este momento no creo ser capaz de dar. No tengo idea de por qué le huyo tanto a un tratamiento, si en verdad quiero estar mejor, supongo que es por miedo a qué me voy a encontrar, a la vez que trabajando esto la ansiedad deja de ser el escudo que me permite alejarme del mundo, porque superar esto me entusiasma y me aterra a la vez, volver a vivir plenamente aparece en mi mente como un deseo y un terror inmenso al mismo tiempo.
Llevo tanto tiempo viviendo así que muchas veces confundo síntomas con dolores reales, y le tengo pánico a enfermarme porque ahora el dolor físico me trae malos sentimientos, al revés de como se originó. Ya no sé qué es real y qué inventa mi cerebro, no puedo funcionar por intuición, no puedo dejarme llevar por lo que me dice mi cuerpo porque sino viviría en mi casa, en mi cama comiendo, leyendo y mirando películas. Realmente eso no es lo que quiero para mi vida, soy consiente que nunca voy a volver a tener 20 años, que todo este tiempo que estoy dejando pasar acá sin hacer nada es irrecuperable, pero no sé, es como que necesito un empujón mayor que me lleve a decidirme finalmente a poner cuerpo, alma y espíritu en disposición de estar mejor. Supongo que el asumir el problema y el miedo que me causa todo esto es una primera etapa, ¿no?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario