Alguna vez dije que lo único que nunca voy a perder es el orgullo ¡Cuanta razón tenía! Pero lo que perdí a causa de eso es a vos. A
tus abrazos, tus palabras tiernas y
tu perfume impregnado en mi ropa. Sé que no podés dejar que las cosas sigan, pero no me podés hacer esto, me estás matando.
1 comentario:
Por aqui he estado también.
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