domingo, mayo 29

People leave, people always leave.

Otra vez domingo al mediodía, sola con mi cerebro que decide ir a mil. Otra vez dejo a la música apoderarse de todo y ya nada importa, ni la soledad, ni el enojo. Otra vez una mala noche, otra vez me alejo de la gente -o la gente se va alejando de mi, que vendría a ser lo mismo- y es como prepararme mentalmente para mi futuro soñado: quiero recorrer el mundo, ser nómade, conocer a todos y no conocer a nadie a la vez, Después de todo por mas de que uno viva un millón de años en el mismo lugar, con la misma gente va a seguir sin conocerlos; porque es mentira que la gente no cambia. La gente se va y me deja acá, me veo a mi misma acostada sobre la alfombra con los brazos extendidos y los auriculares en mis orejas: Jack Johnson resonado adentro de mi cerebro mientras intento entender al mundo, sin éxito. Y es como si me viera a mi misma desde arriba, desde fuera de mi cuerpo. Mis acciones no coinciden con lo que quiero hacer, estoy atascada en este Buenos Aires que da vueltas y vueltas y me marea, y sólo quiero irme lejos, donde no haya que dar explicaciones.

1 comentario:

Dylan Forrester dijo...

A veces es mejor huir de los demás y de todo para encontrarnos a nosotros mismos.

Saluditos :)